El pasado 18 de marzo el Consejo de la Unión Europea aprobó una nueva regulación, conocida como el Acta de Materias Primas Críticas (CRMA), que busca asegurar un suministro seguro y sostenible de materias primas cruciales.
El Acta establece objetivos específicos para el consumo anual de materias primas en la UE: al menos un 10% debe provenir de extracción local, un 40% debe ser procesado dentro de la Unión Europea, y un 25% debe venir de materiales reciclados. Este acto legislativo tiene como fin fortalecer la autonomía estratégica de Europa, impulsar el sector minero, mejorar el reciclaje y las capacidades de procesamiento, y crear empleos de calidad.